¿Por qué mediación?

Porque todo acuerdo tomado por voluntad de las partes, meditado, con exposición de las posturas de cada parte, es un acuerdo que difícilmente se rompe, pues nadie pierde.

Se trata de llegar a un acuerdo que satisfaga a las partes y que sea posible cumplirlo. De nada vale la imposición de la solución si alguna de las partes no está conforme o no puede cumplirla. De ahí la importancia de la resolución del conflicto de forma voluntaria.

• Es una solución rápida ya que, una vez iniciado el procedimiento, se resuelve en unas pocas sesiones.
• Permite el control de la situación a ambas partes. Las partes recuperan el poder.
• El mediador no propone una solución, ayuda a las partes a que ellas mismas construyan un acuerdo beneficioso para ambas.
• Absoluta confidencialidad.
• El procedimiento termina cuando las partes así lo desean, hayan o no alcanzado el acuerdo
• Permite a los negociadores preservar o consolidar sus relaciones comerciales para el futuro.
• No crea un ganador y un perdedor, ambas partes ganan y quedan satisfechas.
• Previene conflictos más profundos.
• Los gastos son mucho menores que las disputas judiciales, litigios o arbitrajes.
• En caso de no llegar a acuerdo, no se cierra otra vía de resolución de conflictos (arbitraje, procedimiento judicial?).

El acuerdo de mediación elevado a escritura pública es título ejecutivo, equiparándose el acuerdo a una sentencia, a efectos de ejecución.

Si la mediación ha sido iniciada tras derivación de un procedimiento judicial, el acuerdo, si lo hay, deberá ser homologado por el Juez que derivo el procedimiento hacia la mediación.

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